viernes, 13 de marzo de 2009

HUELGA REVOLUCIONARIA DE 1917

Crisis de 1917 es el nombre que se da por la historiografía española al conjunto de sucesos que tuvieron lugar en el verano de 1917 en España, destacadamente tres desafíos simultáneos que hicieron peligrar al gobierno e incluso al mismo sistema de la Restauración: un movimiento militar (las Juntas de Defensa), un movimiento político (la Asamblea de Parlamentarios de orientación catalanista que tuvo lugar en Barcelona), y un movimiento social (la huelga general revolucionaria). Coincidieron con una coyuntura internacional especialmente crítica en ese mismo año, posiblemente uno de los más cruciales en toda la Historia. En cambio, la historiografía mundial no suele emplear el nombre de crisis para este periodo, reservándolo para algunas cuestiones puntuales relacionadas con la Primera Guerra Mundial: la crisis de reclutamiento en Canadá y la crisis de construcción naval en Estados Unidos.

En Rusia, la Revolución de Febrero de 1917 había derribado la autocracia zarista, y el gobierno de Kerenski intentaba construir un sistema democrático al tiempo que continuaba la guerra contra los Imperios Centrales (desastrosa en términos militares, económicos y humanos, y cada vez más impopular). El descontento creciente estaba siendo aprovechado por los bolcheviques (se produce el famoso viaje de Lenin que atraviesa Europa en un vagón sellado), que alcanzarán el poder en la Revolución de Octubre del mismo año.

La Primera Guerra Mundial atravesaba una fase de incertidumbre, pues la ventaja alemana en el frente oriental (que en poco tiempo sería total, tras la paz por separado -Tratado de Brest-Litovsk, 3 de marzo de 1918- negociada con los soviéticos) se compensaba por la entrada en guerra de los Estados Unidos (6 de abril), que desequilibraría el frente occidental.

Sin que en ese momento se manifestaran sus efectos, en el invierno de 1917-1918 se inició lo que en el bienio siguiente (1918-1919) se develó como la más mortífera epidemia de la Edad Contemporánea (de hecho la última mortalidad catastrófica de la historia): la gripe española, llamada así porque fueron los periódicos españoles, los únicos no sometidos a censura de guerra al ser España neutral, los primeros en hablar de ella. El número de muertos (entre 50 y 100 millones) superó ampliamente a los causados por la guerra; pero ésta, en gran medida, contribuyó a expandir la epidemia por todo el mundo a una escala y velocidad nunca antes experimentadas. Los efectos en España fueron graves: 8 millones de contagiados y 300.000 muertos (reducidos a 147.114 en las estadísticas oficiales).
La neutralidad española había fomentado las exportaciones de todo tipo de productos, desde materias primas (agrícolas y mineras) hasta ciertas manufacturas de la incipiente industrialización -concentrada en el textil catalán y la siderurgia vasca-; y las actividades terciarias (fletes navales y servicios bancarios). El saldo de la balanza comercial pasó de ser negativo en más de cien millones de pesetas a ser positivo en quinientos millones. La buena época para los negocios favorecía a la burguesía industrial y comercial o la oligarquía terrateniente y financiera, pero al mismo tiempo produjo una escalada de precios (el crecimiento de la producción real de bienes y servicios no se traduce en aumento de oferta interna por las exportaciones) que no iba acompañada por subidas similares en los salarios. Mientras que los beneficios alcanzaron tasas de crecimiento extraordinariamente importantes, descendió notablemente el nivel de vida de las clases populares, fundamentalmente del proletariado urbano e industrial, que aún así era el que demostró más capacidad de presión para mantener continuadas subidas salariales. En el campo, la situación era diferente: el efecto inflacionista era mayor, pero la disponibilidad más directa de alimentos amortiguaba sus consecuencias para el campesinado en el caso de los pequeños propietarios o arrendatarios (predominantes en la estructura agraria del norte de España), que pudieron incluso verse beneficiados; pero no así, sino todo lo contrario para los jornaleros sin tierra, la parte fundamental de la población activa en la mitad sur de España (sobre todo en Andalucía o Extremadura). Los resultados del proceso, visibles de forma aguda ya en 1917, fueron una violenta redistribución de rentas a escala nacional (tanto entre clases sociales como entre territorios), con agravación progresiva de las tensiones campo-ciudad (éxodo rural, constraste del nivel de desarrollo entre la naciente industria y la agricultura atrasada) y centro-periferia.

Se crearon las Juntas de Defensa, un movimiento sindical militar no previsto en la legislación, en lo que era un claro desafío al gobierno del liberal Manuel García Prieto que, impotente para controlarlas, se vio obligado a dimitir. Su reemplazo, el conservador Eduardo Dato, optó por legalizarlas.

Las juntas (que utilizaban un nombre muy usual entre las instituciones españolas, y prestigiado por la historia en la rebelión popular de la Guerra de Independencia) decían defender los intereses de los oficiales de graduación intermedia, aunque su vocación de intervenir en política era evidente.

Uno de los temas de mayor capacidad movilizadora dentro del ejército había venido siendo su obsesión por la unidad nacional, manifestada con claridad desde la agresión al periódico satírico catalanista ¡Cu-Cut! (1905), tras la que el gobierno cedió para contentarles con la promulgación de la Ley de Jurisdicciones, que sometía a la justicia militar las ofensas orales o escritas a la unidad de la patria, la bandera y el honor del ejército. La situación social de los militares era peculiar, pues mientras sus colegas de prácticamente todo el mundo ascendían rápidamente por méritos de guerra y por la necesidad de encuadrar gigantescas masas de soldados, ellos se veían reducidos a la inacción, que ni siquiera podía compensarse con los destinos en colonias, ya que se habían perdido en la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898. De hecho, había una verdadera "megacefalia" (16.000 oficiales para 80.000 soldados; mientras que la movilizada Francia disponía sólo de 29.000 para medio millón).[6] Dentro del ejército español, se veían situaciones de agravio comparativo entre los únicos destinos coloniales (en Marruecos) y el resto. La inflación iba minando cada vez más el poder adquisitivo de los salarios de los militares, que a diferencia de los más flexibles contratos de los obreros, dependían de los rígidos Presupuestos Generales del Estado.

La actividad de las Juntas empezó en el primer trimestre de 1916 como consecuencia de unas pruebas de aptitud para el mando, parte de un programa de modernización impulsado por el gobierno del Conde de Romanones. Éste aceptó sus protestas en un principio, pero viendo la peligrosidad de un movimiento cuasi-sindical en el ejército, ordenó la disolución de las Juntas, sin ninguna efectividad.[7] Aún en situación ilegal, habían aumentado su tono desde finales de 1916, sobre todo en la muy activa impulsora del movimiento: la Junta de Defensa del Arma de Infantería de Barcelona, dirigida por el coronel Benito Márquez. A finales de mayo de 1917 se produjo una enérgica reacción disciplinaria por parte del nuevo gobierno dirigido entonces por García Prieto, a través del ministro de Guerra general Aguilera: el arresto en el castillo de Montjuich de varios de sus miembros (dos tenientes, tres capitanes, un comandante, un teniente coronel y un coronel -Benito Márquez, el más visible dirigente del movimiento-). No obstante, la constitución inmediata de una Junta Suplente, que recibió la solidaridad de las juntas de Artillería e Ingenieros, e incluso de la Guardia Civil, en su "respetuosa" petición de libertad para los arrestados (1 de junio), supuso un espectacular aumento de la tensión militar, el lanzamiento de un "órdago" que García Prieto no se vio con apoyos suficientes para asumir (el papel del rey dada la naturaleza del asunto y su especial vinculación con el ejército no puede obviarse). Optó por dimitir, tras lo que Alfonso XIII encarga formar gobierno a Eduardo Dato, que consideró oportuno ceder a las reivindicaciones militares, liberando a los arrestados y legalizando las Juntas. Para mantener una postura firme de control de la situación, se suspendieron las garantías constitucionales y se incrementó la censura de prensa.

La burguesía catalanista estaba representada por la Lliga Regionalista, liderada por Francesc Cambó, y con una base de poder local recientemente adquirida (la Mancomunidad catalana, surgida en 1914 por agregación de las Diputaciones Provinciales y dirigida inicialmente por Prat de la Riba, muerto este mismo año de 1917). En vista de la crisis abierta, Cambó exigió al gobierno la convocatoria de Cortes, que éste no aceptó. Ante esa negativa, y la imposibilidad utilizar cauces parlamentarios ordinarios, por la no convocatoria de sesiones del Congreso, una gran parte de los diputados elegidos por circunscripciones catalanas (48, todos menos los de los partidos "dinásticos"), se reunieron en la llamada Asamblea de Parlamentarios de Barcelona a primeros de julio de 1917, que exigió la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes, de cara a una nueva organización del Estado que reconociera la autonomía de las regiones. También se exigían medidas urgentes en el terreno económico y militar. La conexión de este movimiento con el descontento económico de los oficiales de rango inferior de las Juntas de Defensa era altamente improbable, pero no podía descartarse, o al menos el intento se explicitó en una proclama de la Asamblea, que pidió que:
El acto realizado por el Ejército el primero de junio vaya seguido de una profunda renovación de la vida pública española, emprendida y realizada por elementos políticos.

A pesar de no representar una parte demasiado amplia de los diputados totales (menos del 10%), se vivía un ambiente pre-revolucionario, que cuestionaba las bases del sistema político de la Restauración: el turno de los partidos dinásticos que habían fundado Cánovas y Sagasta y el predominio claro del poder ejecutivo sobre el legislativo, con un papel arbitral del rey. La respuesta de Dato fue declarar sediciosa la Asamblea, la suspensión de periódicos y la ocupación militar de Barcelona. A mediados de julio, la Asamblea se volvió a reunir en el Salón de Juntas del Palacio del Parque de la Ciudadela, con la suma de varios diputados de otras regiones (hasta un número de 68), de partidos republicanos (Alejandro Lerroux), reformistas (Melquiades Álvarez) y el único diputado socialista (Pablo Iglesias), que ya estaba preparando el movimiento huelguístico previsto para el mes siguiente. Acordaron volver a reunirse el 16 de agosto en Oviedo, pero la disolución de la Asamblea por la fuerza pública -día 19 de julio-, y los hechos posteriores lo impidieron.[9] La buscada participación o aproximación de Antonio Maura no se produjo.

La ciudad de Barcelona, capital económica de España, era especialmente conflictiva, como se había demostrado en la Semana Trágica de 1909. La crisis social estaba enfrentando a un movimiento obrero, dividido entre socialistas y anarquistas, que utilizaban tanto métodos pacíficos (huelgas) como violentos (la acción directa de los atentados a veces indiscriminados, como el del Liceo de Barcelona en 1893) y una patronal que utilizaba todo tipo de tácticas (desde los esquiroles al pistolerismo). El movimiento obrero en otras partes de España estaba menos desarrollado, pero vio la oportunidad de aprovechar la debilidad del enfrentamiento entre burguesía industrial y gobierno: la UGT (sindicato socialista, más implantado en Madrid y País Vasco) convocó una huelga general revolucionaria (agosto de 1917), que recibió el apoyo de la CNT (sindicato anarquista, mayoritario en Cataluña). Los dos sindicatos venían aproximándose hacia una unidad, al menos en las acciones, desde la huelga de diciembre de 1916 y el llamado Pacto de Zaragoza. El acuerdo para una huelga general fue firmado en Madrid a finales de marzo de 1917 por los ugetistas Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero, y los cenetistas Salvador Seguí y Ángel Pestaña, e incluía un extenso manifiesto:
Con el fin de obligar a las clases dominantes a aquellos cambios fundamentales del sistema que garanticen al pueblo el mínimo de condiciones decorosas de vida y de desarrollo de sus actividades emancipadoras, se impone que el proletariado español emplee la huelga general, sin plazo definido de terminación, como el arma más poderosa que posee para reivindicar sus derechos.

Se llegó a negociar, ante la oposición de los anarquistas, con partidos burgueses, destacadamente los republicanos de Alejandro Lerroux. Se habló de la constitución de un gobierno provisional, que hubiera tenido a la figura más moderada de Melquiades Álvarez como presidente y Pablo Iglesias de ministro de trabajo.

La difusión de la convocatoria de huelga incluyó alguna ambigüedad, pues si en un principio se hablaba de una huelga "revolucionaria", en comunicaciones posteriores se insistía en su carácter "pacífico". Sobre todo desde la UGT se intentó conscientemente evitar las huelgas parciales, sectoriales y locales. No obstante, el tiempo prolongado para la preparación de la huelga operó en su contra. Las detenciones de los firmantes del manifiesto, el cierre de la Casa del Pueblo (lugar de reuniones de los socialistas) y distintas maniobras del gobierno hicieron que hubiera una dispersión de esfuerzos, singularmente la huelga del sindicato ferroviario de UGT de Valencia -9 de agosto- en protesta por las detenciones, pero con motivos laborales internos, que precipitó la suma de las demás secciones del sindicato por todo el país entre el 10 y el 13 de agosto.

Aun así, al comenzar la huelga se consiguió paralizar las actividades en casi todas las grandes zonas industriales (Vizcaya y Barcelona, incluso algunas menores como Yecla y Villena), urbanas (Madrid, Valencia, Zaragoza, La Coruña), y mineras (Río Tinto, Jaén, Asturias y León); pero sólo durante unos pocos días, a lo sumo una semana. En las ciudades pequeñas y las zonas rurales no tuvo apenas repercusión. Las comunicaciones ferroviarias, un sector clave, no se vieron alteradas por mucho tiempo.

Se temía que el triple desafío al gobierno (militar, catalanista y proletario) desembocara en una revolución similar a la rusa; pero lo que ocurrió es que el ejército no dudó en ponerse a las órdenes del gobierno para reprimir la huelga, en lo que empleó tres días, a excepción de algunas zonas como las cuencas mineras asturianas, en las cuales el conflicto duró cerca de un mes. El propio coronel Márquez se destacó en la represión de la revuelta en Sabadell. La intervención del ejército además de muy violenta con los huelguistas, llegó hasta extremos poco respetuosos con las instituciones, como fue la violación de la inmunidad parlamentaria de un diputado republicano, detenido por el Capitán General de Cataluña.

Mientras tanto, la Lliga, temerosa de la agitación social, aceptó apoyar a un gobierno de concentración nacional, promovido activamente por el rey, presidido de nuevo por el liberal García Prieto y que incluía a Cambó, con el compromiso de celebrar elecciones al año siguiente (febrero de 1918), cuyo resultado fue incierto, sin mayoría absoluta de ninguno de los partidos. Esta situación era inédita, puesto que lo usual era que los gobiernos -monocolores-, que llegaban al poder no por ganar las elecciones, sino al ser llamados por el rey, prepararan convenientemente las elecciones (mediante el conveniente encasillado de candidatos, cuya elección estaba garantizada por el caciquismo y el pucherazo o fraude descarado en caso necesario) y obtuvieran un parlamento fácil de controlar. En este caso, la composición multipartidista lo impidió, lo que obligó a un nuevo gobierno de concentración, esta vez presidido por Maura. Lo mismo ocurrió en las siguientes elecciones, de junio de 1919. La recuperación del tradicional turnismo no ocurrió hasta las elecciones de diciembre de 1920, organizadas en solitario por Dato.

Durante agosto de 1917, los miembros del comité de huelga, entre los que destacaban los futuros líderes socialistas Francisco Largo Caballero y Julián Besteiro (Pablo Iglesias estaba en sus últimos años de vida) fueron detenidos, juzgados y encarcelados con una condena a cadena perpetua, aunque eso no impidió que en las elecciones de febrero de 1918 todos fueran elegidos diputados. El escándalo de mantener presos a diputados inviolables condujo a su excarcelación tras una amplia campaña que contó con el apoyo de intelectuales como Manuel García Morente, Gumersindo de Azcárate o Gabriel Alomar. Indalecio Prieto había huido a Francia y pudo regresar a tomar posesión de su acta de diputado (abril de 1918). Otros presos del comité de huelga fueron Daniel Anguiano y Andrés Saborit. El republicano Marcelino Domingo fue indultado en noviembre. El resultado en cifras de la represión fue en total 71 muertos 156 heridos y unos dos mil detenidos.

Salieron reforzados tanto el papel del rey como el del ejército en la vida pública, y la estrecha relación existente entre ambas instituciones. Aumentó la desafección de amplias capas de la población (intelectuales, clase obrera, clases medias) frente al sistema político, que desde finales del XIX venía recibiendo las críticas regeneracionistas, como las de Joaquín Costa, que pedían un cirujano de hierro. Esta figura o recurso retórico, de identificación controvertida, finalmente, a la siguiente crisis de gravedad (el desastre de Annual), sería encarnada por la institución que se demostró más poderosa: el ejército, concretada en la persona del capitán general de Barcelona: Miguel Primo de Rivera, que, estimulado por la burguesía catalana y ante la aquiescencia del rey, asumiría todo el poder en una Dictadura (1923).

SEMANA TRAGICA



España inicia el año 1909 con Alfonso XIII como monarca y con Antonio Maura, del Partido Conservador, al frente del gobierno surgido de las elecciones celebradas el 21 de abril de 1907.

Políticamente, España, que no se ha recuperado del varapalo moral que supuso la pérdida, en 1898, de Cuba y Filipinas, sus últimas colonias de ultramar; vive inmersa en un sistema de alternancia de dos partidos políticos: el Partido Conservador y el Partido Liberal, que obtienen el gobierno por medio de unas elecciones totalmente controladas por medio del caciquismo, sistema electoral en el que de antemano se conoce que el partido vencedor de las elecciones será el que hasta ese momento era el partido opositor al gobernante.

En Cataluña el resultado de los partidos contendientes en las elecciones eran Solidaridad Catalana, liderada por Francesc Cambó, y la Unión Republicana de Alejandro Lerroux. El partido vencedor de las elecciones de 1907 resultó ser la burguesa y nacionalista Solidaridad Catalana que obtuvo 41 diputados de los 44 posibles.

Socialmente, los obreros españoles comienzan a tomar conciencia sindical y empieza a surgir el movimiento obrero en las zonas industriales y especialmente en Barcelona donde surge Solidaridad Obrera, una confederación sindical de socialistas, anarquistas y republicanos que nació como rechazo al acercamiento de Solidaridad Catalana al Partido Conservador de Maura.
Tras la pérdida de Cuba y las Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, logrando en el reparto colonial efectuado en 1904 y en la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906, el control sobre la zona norte de Marruecos.

El 9 de julio de 1909 los obreros españoles que trabajaban en la construcción de un ferrocarril que uniría Melilla con las minas de Beni-Buifur, propiedad de una sociedad controlada por el conde de Romanones y el marqués de Comillas, son atacados por los cabileños de la zona.

Este pequeño incidente, que constituirá el inicio de la Guerra de Marruecos que se extenderá hasta 1927, será utilizado por el Gobierno Maura para iniciar un proyecto colonialista en contra de la opinión popular española imbuida en un sentimiento pacifista y antimilitarista.

Se ordena la movilización de los reservistas, medida muy mal acogida por las clases populares debido a la legislación de reclutamiento vigente que permitía quedar exento de la incorporación a filas mediante el pago de una canon de 6.000 reales, cantidad que no estaba al alcance del pueblo (el sustento diario de un trabajador ascendía en la época aproximadamente a 10 reales). Además la mayor parte de los reservistas eran padres de familia en las que la única fuente de ingresos era el trabajo de éstos.

El domingo 18 de julio, fecha del primer embarque previsto en el puerto de Barcelona, varias aristócratas barcelonesas intentan entregar a los soldados escapularios, medallas y tabaco lo que provocó tumultos populares que se agravaron cuando llegan noticias de Marruecos sobre las numerosas bajas que se han producido en la zona de conflicto.

En Madrid se acuerda una huelga general para el 2 de agosto, pero en Barcelona, Solidaritat Obrera decide actuar por sorpresa y fija un paro de 24 horas para el lunes 26 de julio el cual degenerará en la Semana Trágica.

El gobernador civil de Barcelona, Ángel Ossorio y Gallardo, dimitió de su cargo por oponerse a la declaración del estado de guerra en la ciudad, siendo sustituido por el abogado valenciano Evaristo Crespo Azorín.

La huelga general es seguida mayoritariamente en Barcelona, Sabadell, Tarrasa, Badalona, Mataró, Granollers y Sitges, creándose un comité de huelga para la coordinación y dirección de la misma.

Las autoridades ordenaron la salida del ejército a la calle que fue acogido por la población con gritos de ¡Viva el Ejército! y ¡Abajo la guerra!, y salvo incidentes muy esporádicos resultó una jornada pacífica.

La llegada de noticias de Marruecos sobre el Desastre del Barranco del Lobo, donde perecieron 1.200 reservistas en su mayor parte del contingente que salió de Barcelona el día 18 de julio, provocó el inicio de la auténtica insurrección con el levantamiento de barricadas en las calles.

La inicial protesta antibélica se trasforma en protesta anticlerical con el incendio de iglesias, conventos y escuelas religiosas; la profanación de sepulturas y vejación de cadáveres.[1]

Se proclama el “estado de guerra” en la ciudad y la proclamación de la ley marcial cruzándose los primeros disparos, en la zona de Las Ramblas, con el ejército que abandona la actitud pasiva mantenida hasta entonces y hace que se enconen aún más los ánimos.

Este giro anticlerical de los amotinados, trae su causa en varios motivos muy arraigados en el proletariado urbano al ser la Iglesia, a diferencia de los gobernantes o de los empresarios, la institución que estaba más en contacto con el pueblo lo que daba lugar a fricciones continuas. Es el caso, por ejemplo, de la educación que era impartida en escuelas controladas por la Iglesia y donde se inculcaba a los hijos de los obreros unos valores contrarios a la causa obrera; o el de los hospitales e instituciones de beneficencia, regentadas por religiosos; o porque la Iglesia había impulsado a los denominados sindicatos amarillos opuestos al sindicalismo anarquista, mayoritario en la ciudad.

Barcelona amanece con numerosas columnas de humo procedentes de los edificios religiosos asaltados e incendiados.

El comité de huelga se muestra incapaz de controlar a los obreros y la insurrección se desborda alcanzando esta su clímax ya que la ciudad no dispone de tropas con que hacer frente a los amotinados al negarse la guarnición y las fuerzas de seguridad a combatir a los huelguistas a quienes consideran sus compañeros.

La falta de una dirección efectiva hace que el motín popular inicie su declive. La única esperanza de los sublevados es que la situación se extienda al resto de la Península, lo cual no se produjo al actuar el Gobierno aislando Barcelona y difundiendo la noticia de que los sucesos de la ciudad tenían carácter separatista.

Este mismo día llegan a Barcelona tropas de refuerzo procedentes de Valencia, Zaragoza, Pamplona y Burgos que finalmente dominan entre el viernes, 30 de julio, y el sábado, 31 de julio, los últimos focos de la insurrección.

El balance de los disturbios supone un total de 78 muertos (75 civiles y 3 militares); medio millar de heridos y 112 edificios incendiados (80 religiosos).

El gobierno Maura, por medio de su ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel inicia de inmediato, el 31 de julio, una represión durísima y arbitraria.

Se detiene a varios millares de personas, de las que 2000 fueron procesadas resultando 175 penas de destierro, 59 cadenas perpetuas y 5 condenas a muerte. Además se clausuraron los sindicatos y se ordenó el cierre de las escuelas laicas.

Los cinco reos de muerte fueron ejecutados, el 13 de octubre, en el castillo de Montjuic. Entre ellos se encontraba Francisco Ferrer Guardia, cofundador de la Escuela Moderna, a quien se acusa de ser el instigador de la revuelta basándose únicamente en una acusación formulada en una carta remitida por los prelados de Barcelona.

Estos fusilamientos ocasionan una amplia repulsa hacia Maura en España y en toda Europa, organizándose una gran campaña en la prensa extranjera así como manifestaciones y asaltos a diversas embajadas.

El rey, alarmado por estas reacciones tanto en el exterior como en el interior cesa a Maura y le sustituye por el liberal Segismundo Moret.

EL DESASTRE DE ANNUAL






El Desastre de Annual fue una grave derrota militar española ante los rifeños comandados por Abd el-Krim cerca de la localidad marroquí de Annual, el 22 de julio de 1921, que supuso una redefinición de la política colonial de España en la Guerra del Rif.

La crisis política que provocó esta derrota fue una de las más importantes de las muchas que socavaron los cimientos de la monarquía liberal de Alfonso XIII. Así, los problemas generados por Annual fueron causa directa del golpe de Estado y la Dictadura de Miguel Primo de Rivera.

El 12 de febrero de 1920 el general Manuel Fernández Silvestre tomó posesión del cargo de Comandante General de Melilla. Con la idea de llegar hasta la bahía de Alhucemas, centro de operaciones de la tribus rifeñas más belicosas, en enero de 1921 empezó el avance para acabar con la escasa resistencia existente. La empresa era arriesgada, ya que los soldados españoles, en su mayoría procedentes de reclutas forzosas, estaban muy poco entrenados, mal pagados y alimentados, pésimamente armados (con fusiles y artillería pesados y anticuados) y peor calzados (abarcas y alpargatas), se desmoralizaban enseguida y tenían verdadero pavor a los rifeños. Había asimismo serios problemas de corrupción tanto a nivel de intendencia y oficialidad como entre la tropa, que vendía sus propios fusiles y municiones a los rifeños.



Sin embargo, entre mayo de 1920 y junio de 1921 Silvestre protagonizó un espectacular progreso, rápido e incruento: avanzó 130 kilómetros sobre el Rif en un total de 24 operaciones, estableciendo 46 nuevas posiciones sin apenas sufrir bajas; ocupó Tafersit, adelantó el frente hasta el río Amekrán y obtuvo la sumisión de las cábilas de Beni Ulixek, Beni Said y Temsaman, llegando a acuerdos con sus cabecillas, ofreciéndoles dinero a cambio de su amistad. Todos en España creían que por fin se alcanzaría la bahía de Alhucemas y finalizaría la sangría de Marruecos.

Pero tal ilusión pronto se derrumbó de manera cruenta. Silvestre había cometido el error de no desarmar a las tribus rifeñas cuya lealtad había comprado y precisamente por esto, extendió mucho más de lo prudente sus líneas de abastecimiento. Las fuerzas de la comandancia de Melilla se distribuyeron entre nada menos que 144 puestos y pequeños fuertes o blocaos, a lo largo de 130 kilómetros de zona ocupada, con una parte de ellos dedicados, además, a tareas puramente burocráticas. Los blocaos se situaban siempre aprovechando los lugares altos, pero pesar de que desde estas posiciones se podían dominar amplias zonas, normalmente no había agua, lo que obligaba a ir por ella con reatas de mulas periódicamente, a veces a diario. La distancia entre estos emplazamientos era variable, de 20 a 40 kilómetros, según el terreno, y con fuerzas tan repartidas no era posible hacer frente de manera eficiente a un ataque del enemigo. Las condiciones de los soldados, ya de por sí malas, eran pésimas en los blocaos. Los suministros escaseaban, durante el día hacía mucho calor y por la noche mucho frío. Las ratas y los piojos eran habituales en fortificaciones y campamentos.



Así las cosas, en mayo de 1921, el grueso del ejército español estaba en el campamento base instalado en la localidad de Annual. Desde allí Silvestre esperaba realizar el avance final sobre Alhucemas. Entre Melilla y este campamento había tres plazas fuertes separadas unos 30 km entre sí, y en torno a él un anillo formado por otros pequeños fortines, cada uno con una guarnición que variaba entre 100 y 200 soldados. En la costa se habían ocupado las dos posiciones de Sidi Dris, cercana a la desembocadura del río Amekrán, y Afrau, algo más a retaguardia.

Hasta este punto apenas se había disparado un solo tiro, aunque se guardaban las distancias con las tribus hostiles, y en las pequeñas escaramuzas que se producían apenas si hubo algunas bajas.

A finales de mayo, una delegación de la cabila de los Tensamán convenció a Silvestre para que cruzara el río Amerkan y estableciera una posición en el monte Abarrán, en contra de las órdenes de su jefe, el Alto Comisario de España en Marruecos, general Berenguer. Un contingente de 1.500 hombres, al mando del comandante Villar, llegó a la posición la mañana del 1 de junio de 1921, estableciendo una base fortificada. Al mando de la posición quedó el capitán Juan Salafranca Barrios, cuyas fuerzas consistían en la harka amiga de Tensamán, unos 200 policías indígenas y 50 soldados españoles, y Villar se volvió a Annual. Cuando los rifeños comenzaron el ataque a las 18:00, la harka de Tensamán se les unió, así como muchos de los policías rifeños. Los españoles sufrieron 141 bajas, incluyendo a todos los oficiales, a excepción del teniente de artillería Diego Flomesta Moya, al que los rifeños dejaron vivo para que arreglase los cañones y les enseñase a usarlos.

Decidido por el éxito, Abd el-Krim dirigió entonces sus tropas contra la posición costera Sidi Dris, a la que llegó la madrugada del día siguiente, 2 de julio. Sidi Dris fue asaltada durante 24 horas, siendo rechazados por la defensa realizada por el comandante Julio Benítez Benítez, que tuvo 10 heridos (él mismo incluido), por 100 rifeños muertos.

A pesar del fracaso de Sidi Dris, la toma de Abarrán demostró a los rifeños la vulnerabilidad de los españoles. Abd el-Krim no dudó en exhibir los cañones y el material tomados, convenciendo a los rifeños que unidos podrían derrotar a Silvestre y obtener un gran botín, de modo que en pocos días los efectivos de su harka pasaron de 3.000 a 11.000 hombres.

Silvestre, creyendo que se trataban de acciones aisladas, no adoptó ninguna medida especial. Ocupó en respuesta Igueriben el 7 de junio de 1921, manteniendo de ese modo una posición adelantada entre Izumma y Yebbel Uddia, con la idea de defender el campamento de Annual por el lado sur. Después marchó a Melilla, para entrevistarse con su superior, el Alto Comisario Berenguer, y solicitarle refuerzos, municiones, víveres para la población y dinero para comprar a los rifeños antes de iniciar la ofensiva final.

El 17 de julio Abd el-Krim, antiguo funcionario de la Administración española en la Oficina de Asuntos Indígenas en Melilla, al mando de la cabila de los Beniurriagel (Ait Waryagar), y con el apoyo de las tribus cabileñas presuntamente aliadas de España, lanzó un ataque sobre todas las líneas españolas.

Igueriben, guarnecida por 350 hombres al mando del comandante Benítez, el defensor de Sidi Dris, no tardó en quedar sitiada. El 17 de julio Abd el-Krim inició el asalto, y la posición cayó el 22 de julio. Durante cinco días, y a pesar del esfuerzo heroico de tres columnas de refuerzo, los españoles habían sido incapaces de auxiliar la posición de Igueriben, fracaso que hizo cundir la desmoralización entre las tropas de Annual.

Tras estos sucesos se concentraron alrededor del campamento gran cantidad de fuerzas enemigas, mientras que la moral del ejército español caía por los suelos. Al comenzar el asedio de Igueriben había unos 3.100 hombres presentes en Annual. Al cabo de dos días se incorporaron 1.000 más, y dos días después llegaron otros 900 de refuerzo. Así pues, el 22 de julio Annual acogía a unos 5.000 hombres (3.000 españoles y 2.000 indígenas), con una fuerza de combate de 3 batallones y 18 compañías de infantería, 3 escuadrones de caballería y 5 baterías de artillería. Sobre ellos iban a lanzarse unos 18.000 rifeños al mando de Abd el-Krim, armados con fusiles y espingardas.

El campamento de Annual disponía de víveres para cuatro días y municiones para un día de combate, pero carecía de reservas de agua. El general Silvestre, consciente de la imposibilidad de defender la posición, acordó con sus oficiales la evacuación del campamento. Sin embargo, a las 3:45 del día 22 llegó un mensaje de radio del Alto Comisario Berenguer, prometiendo la llegada de refuerzos desde Tetúan. Una hora más tarde el general Silvestre comunicó de nuevo a Berenguer y al Ministro de la Guerra su desesperada situación y su decisión de tomar urgentes determinaciones.

Al rayar el alba tuvo lugar una segunda reunión de oficiales, en la que Silvestre dudó entre la evacuación inmediata y la espera de la llegada de refuerzos. Las dudas se despejaron cuando se tuvieron noticias del avance de tres columnas rifeñas de unos 2.000 hombres cada una. Ante esta información, el general ordenó evacuar, anunciando su intención de replegarse a los fuertes de Ben Tieb y Dar-Drius, posición ésta última, que reunía las características para albergar gran cantidad de tropa y con el abastecimiento de agua muy fácil.

La retirada, cuidadosamente planificada, comenzó a las 11:00 horas: había dos convoyes, uno para retirar los mulos con la impedimenta, y otro para el grueso de la tropa, los heridos y el armamento pesado. Pero para entonces las alturas del norte, que dominaban los caminos de huida ya habían sido tomadas por los rifeños. La gran mayoría de los policías indígenas que las defendían se pasaron al enemigo, matando a sus oficiales españoles.

De modo que cuando las tropas españolas abandonaron el campamento, comenzaron a ser disparados. En ese momento comenzó el caos: los dos convoyes de evacuación de mezclaron sin ningún tipo de orden de hombres, mulos y material. En medio de la confusión, los oficiales perdieron el control de la situación. Sin nadie que cubriera su retirada, los hombres trataron de ponerse a cubierto de las balas corriendo hacia delante. Los carros, el material y los heridos comenzaron a ser abandonados; muchos oficiales escaparon ajenos a su deber, y la retirada ordenada no tardó en convertirse en una desbandada general bajo el fuego de los rifeños.

Algunos oficiales y unidades mantuvieron la calma y lograron ponerse a salvo con un número de bajas relativamente pequeño; pero en su inmensa mayoría los soldados salieron a la carrera y en completo desorden. El desastre pudo haber sido mayor si los Regulares al mando del comandante Llamas no hubiesen resistido en las alturas del sur. Ello dio tiempo a los huidos para pasar por el angosto paso de Izumar, evitando así una muerte segura a manos de los rifeños. Los Regulares se replegaron por escalones, retrocediendo monte a través en paralelo a la carretera, sin mezclarse con la riada de soldados en fuga.

Silvestre, que aún estaba en el campamento cuando comenzó el desastre, murió en circunstancias no esclarecidas, y sus restos nunca fueron encontrados. Mientras una versión dice que, al ver el desastre, fue a su tienda de campaña y se voló la cabeza, otra versión dice que fue abatido a tiros por los rifeños junto con el coronel Manella y varios oficiales que trataban de defenderse.

En las cuatro horas aproximadas que duró el desastre murieron un total aproximado de 2.500 españoles, a los que hay que sumar los ocupantes, 1.500 en total, de las posiciones de Talilit, Dar Buymeyan, Intermedias B y C, Izumar, Yebel Uddia, Mehayast, Axdir Asus, Tuguntz, Yemaa de Nador, Halaun y Morabo de Sidi Mohamed, todos muertos. Quedaron 492 prisioneros españoles de los que sobrevivieron 326 ,algunos de ellos fueron siendo liberados desde el comienzo de la misión de rescate llevada a cabo entre otros, por los miembros de la Delegación de Asuntos Indígenas Gustavo de Sostoa y Luis de la Corte Lujan; el resto fueron liberados finalmente en 1923, tras las negociaciones llevadas a cabo con Abd el-Krim por parte de Horacio Echevarrieta, a cambio de 80.000 duros de plata.


Las pocas fuerzas que pudieron salir vivas, bajo el mando del general Navarro, segundo jefe de la Comandancia de Melilla, retrocedieron hasta Dar Drius, posición bien fortificada y con agua disponible. Sin voluntad de resistencia, creyendo que todo estaba perdido, se replegaron hacia Barbel y Tistuin. En la marcha, al llegar al río Igan, se produjo una nueva huida de oficiales, seguida de la estampida de sus tropas. En esta ocasión el Regimiento Alcántara, mandado por el teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, hermano del futuro dictador, salvó lo que quedaba del ejército con una serie de cargas, al precio de un 80 por ciento de bajas.

Finalmente, tras seis días de agotadora marcha, alcanzaron el campamento de Monte Arruit, una posición más difícil de defender pero más fácil de socorrer que Dar-Drius. Aquí, los 3.017 hombres de Navarro intentarían recomponerse, pero pronto Monte Arruit fue también cercado, y cortados sus suministros. El 2 de agosto cayó Nador, siendo su guarnición la única que, tras rendirse, fue respetada por los rifeños. Con la caída de esta plaza quedó sentenciado el destino tanto de Monte Arruit como de Zeluán, asediada desde el 24 de julio. Ésta se rindió el 3 de agosto, siendo los supervivientes asesinados, y los oficiales, el capitán Carrasco y el teniente Fernández, quemados vivos.

Navarro desistió de intentar una huida desesperada hacia Melilla, negándose a abandonar a sus heridos. Al agotamiento físico había que sumar la desmoralización de la tropa, en algunos momentos al borde de la insurrección, y la carencia de agua (sólo tenían los bloques de hielo que dos aviones dejaban caer sobre la posición). El 31 de julio una granada destrozó el brazo de Primo de Rivera, que fue operado sin anestesia, y murió el 5 de agosto por causa de la gangrena. Vistas las condiciones, el general Berenguer, Alto Comisario de España en el protectorado, autorizó la rendición formal el 9 de agosto, a pesar de que ese día llegó de la Península un refuerzo de 25.000 soldados. Los españoles salieron de la posición y amontonaron sus armas. Los heridos y enfermos comenzaron a alinearse en la puerta del fuerte, preparándose para la evacuación. Pero cuando se dio la orden de partir, los rifeños atacaron a los indefensos españoles. Sobrevivieron 60 hombres de los 3.000 que se refugiaron allí, y salvó la vida el general Navarro de casualidad. Tiempo después fueron canjeados. Los cadáveres quedaron insepultos hasta la reconquista de la posición.

Pronto corrió la noticia de la victoria rifeña, y tanto las cábilas como parte de las fuerzas marroquíes al servicio de España se sumaron a la guerra santa proclamada por Abd el-Krim.Ninguna ayuda llegó desde Melilla, situada a unos 40 km, y así las pocas unidades que aún conservaban la disciplina se vieron obligadas a retirarse bajo el constante acoso enemigo hasta Melilla. Se produjo así una espantosa retirada en la que los rifeños asesinaron y torturaron a los heridos, enfermos y a la población civil dejada atrás.[cita requerida] Las guarniciones de las posiciones fueron muertas tras duros combates. Lograron escapar vivos los defensores de Afrau, rescatados por la Armada y el destacamento de Metalsa, que logró llegar a las posiciones francesas de Hassi Ouzenga tras perder dos terceras partes de sus efectivos. En Dar Quebdana, el comandante pactó la rendición, pero en cuanto ésta tuvo lugar él y sus hombres fueron descuartizados.

Tan terrible derrota se saldó, según el expediente Picasso con 13.363 muertos (10.973 españoles y 2.390 indígenas), por sólo 1.000 rifeños. No obstante, las cifras seguramente fueron inferiores, ya que los registros eran a menudo hinchados para cobrar más soldadas y recibir más suministros. El comandante Caballero Poveda calculó el total de bajas españolas en 7.875 hombres. Indalecio Prieto calculó en 8.668 los españoles muertos o desaparecidos en octubre de 1921. Por último, Juan Tomás Palma Romero estimó en 8.180 los muertos o desaparecidos. En todo caso, había tanto muerto que se decía que, del segundo día en adelante los buitres sólo comían de comandante para arriba. A las pérdidas humanas se añadían las de material militar (20.000 fusiles, 400 ametralladoras, 129 cañones, aparte de municiones y pertrechos) y la destrucción de las infraestructuras (líneas férreas y telegráficas, hospitales, escuelas, cultivos, etc.) construidas con el dinero y el esfuerzo español a lo largo de 12 años.

domingo, 8 de marzo de 2009

HOLOCAUSTRO


El Holocausto fue la persecución y el asesinato sistemático burocráticamente organizado de aproximadamente seis millones de judíos por el gobierno nazi y sus colaboradores. “Holocausto” es una palabra de origen griega, que significa “sacrificio por fuego.” Los nazis, que tomaron el poder en Alemania en enero de 1933, creían que los alemanes eran una “raza superior” y que los judíos, considerados “inferiores”, no merecían vivir. Durante el Holocausto, los nazis también tuvieron en su mira a otros grupos por razón de su percibida “inferioridad racial”: los romas (gitanos), los discapacitados, y algunos grupos eslavos (polacos, rusos, y otros). Otros grupos fueron perseguidos por razones políticas, religiosas o de orientación sexual: comunistas, socialistas, testigos de Jehová y homosexuales.
En 1933, la población judía de Europa pasaba de nueve millones. La mayoría de los judíos europeos vivían en países que Alemania ocuparía o dominaría durante la Segunda Guerra Mundial. Para 1945, dos de cada tres judíos europeos habían sido ejecutados como parte de la llamada “Solución Final” de los nazis – el asesinato de los judíos de Europa. Aunque los judíos fueron las victimas principales del racismo nazi, entre sus otras victimas se cuentan decenas de miles de romas (gitanos). Más de doscientos mil incapacitados (física o mentalmente) fueron asesinados en el Programa de Eutanasia. Con la expansión de la tiranía nazi sobre Europa, millones de otras personas fueron perseguidas y ejecutadas. Más de tres millones de prisioneros de guerra soviéticos fueron asesinados o murieron de hambre, enfermedad, descuido, o maltrato. Los alemanes mataron a los intelectuales polacos y deportaron a millones de ciudadanos polacos y soviéticos a los campos de trabajos forzados de Alemania o de la Polonia ocupada. Desde el inicio del gobierno nazi, los homosexuales y otros cuyos comportamientos eran juzgados socialmente inaceptables también fueron perseguidos, entre ellos miles de disidentes políticos (como comunistas, socialistas, y sindicalistas) y religiosos (como Testigos de Jehová), fueron el blanco de la persecución nazi. Muchos murieron como resultado de su encarcelación y maltrato.


El Holocausto

Aun antes de que la guerra estallara en 1939, los nazis crearon campos de concentración para encarcelar judíos, romas, otras victimas de su odio étnico y racial, y oponentes políticos del nazismo. Durante la guerra, los nazis y sus colaboradores crearon ghettos, campos de detención temporaria, y campos de trabajos forzados. Después de la invasión nazi de la Unión Soviética en junio de 1941, Einsatzgruppen (equipos móviles de matanza) cometieron asesinatos masivos de los judíos, romas y oficiales del estado soviético y del partido comunista ruso. Más de un millón de hombres, mujeres y niños judíos fueron asesinados por estos equipos. Entre 1942 y 1944, los nazis deportaron millones de judíos de los territorios ocupados a los campos de exterminio, donde fueron ejecutados en instalaciones diseñadas especialmente para tales fines.
En los últimos meses de la guerra, los prisioneros de los campos fueron llevados por tropas de las SS en marchas forzadas, o “marchas de la muerte”, en las que muchos de ellos murieron, en un fútil intento de prevenir la liberación de gran cantidad de prisioneros por los Aliados. A medida que las fuerzas aliadas avanzaban a través de Europa en una serie de ofensivas contra Alemania, empezaron a encontrar y liberar prisioneros de campos de concentración, muchos de los cuales habían sobrevivido las marchas de la muerte. La Segunda Guerra Mundial terminó en Europa con la rendición incondicional de las fuerzas armadas alemanas en el oeste el 7 de mayo, y en el este el 9 de mayo de 1945.

La mayor de dos hijas nacida a un padre judío y una madre católica, ...



El uniforme de prisionero de Abraham Lewent

En el período posterior al Holocausto, muchos de los sobrevivientes encontraron refugio en campos administrados por los Aliados. Entre 1948 y 1951, casi setecientos mil judíos emigraron a Israel, incluyendo más de dos tercios de los judíos desplazados en Europa. Otros emigraron a los Estados Unidos y otros países. El último campo de refugiados cerró en 1957. Los crímenes cometidos durante el Holocausto devastaron la mayoría de las comunidades judías de Europa.

CARACTERISTICAS
Se calcula que murieron víctimas de este exterminio 6 millones de judíos, aparte de unos 800.000 gitanos, 4 millones de prisioneros de guerra soviéticos o víctimas de la ocupación (fueron también objeto de exterminio sistemático), polacos e individuos calificados de asociales de varias nacionalidades (presos políticos, homosexuales, discapacitados físicos o psíquicos, delincuentes comunes, etc.). La exactitud de las cifras de muertos es dudosa, pero las aproximaciones oficiales son las siguientes:
• polacos judíos (15,56 %) y no judíos (13,78 %)
• alemanes judíos (13,33 %)
• eslavos ( 26,66 %)
• prisioneros de guerra soviéticos (17,78 %)
• gitanos ( 3,56 %), y alemanes «arios» opositores políticos (generalmente personas con ideas de *izquierda y librepensadores) (6,67 %)
• Discapacitados (1,34 %)
• homosexuales (1,12 %)
La eliminación física de los judíos se realizó de forma sistemática, meticulosa y efectiva conforme a una estrategia bien elaborada que a veces se califica de "industrial". Ello no quiere decir, necesariamente, que el Holocausto tuviera un plan definido desde el principio: precisamente este es uno de los puntos que divide a los estudiosos, entre intencionalistas y funcionalistas:


Niños supervivientes del campo de concentración de Buchenwald. Están vestidos con uniformes alemanes debido a la escasez de ropa.
• Los intencionalistas consideran que existió un plan calculado minuciosamente de antemano, destinado desde el principio a dar muerte a todos los judíos que estuviesen en la órbita del Tercer Reich. El plan habría sido esbozado por Hitler desde muchos años antes, y ejecutado en sus diferentes etapas por funcionarios y soldados sumisos al líder una vez obtenido el poder. Algunos historiadores hacen mención a comentarios en privado que hizo Hitler antes incluso de publicar Mein Kampf que podrían sugerir la matanza masiva de judíos. Públicamente, la única declaración al respecto del partido nazi se encuentra en el programa del partido, adoptado en febrero de 1920: allí se reclamaban leyes antijudías, que les anulara la ciudadanía, y les impidiera votar o inmigrar, y expulsara a los judíos llegados con posterioridad a 1914 y se comprometía a castigar con pena de muerte a "usureros y especuladores" y los que cometan "delitos fundamentales contra el Pueblo".
• Los funcionalistas sostienen, por el contrario, que cuando el partido nazi llegó al poder ninguno de los dirigentes del Tercer Reich tenían una idea clara de cómo actuar con respecto a los judíos. En su opinión, la idea de la liquidación en masa se fue desarrollando sobre la marcha. Los historiadores que defienden esta postura suelen presentar el asesinato en masa como un proceso de "radicalización acumulativa", a partir de iniciativas individuales de funcionarios del partido, del gobierno y del ejército y en las que Hitler tuvo poca intervención directa, limitándose a trazar las líneas generales sobre el "peligro" que representaban los judíos, pero sin decirles qué hacer para afrontarlo. Eso habría dado lugar a distintas estrategias, a veces incoherentes entre sí, antes de que desembocaran en el exterminio.
En términos generales, la estructura del Holocausto fue la siguiente:
• Primero, se creó el concepto de judío de acuerdo a unos criterios muy distintos de los utilizados hasta entonces. Una parte de la población europea quedó así marcada como enemiga según el ideario nazi.
• En segundo lugar, se procedió a desposeer a los ciudadanos marcados de sus derechos de ciudadanía y sus bienes, separándolos así virtualmente del resto de la sociedad.
• En tercer lugar, se emprendió la separación física de los judíos, con su concentración en guetos o su deportación a otros territorios.
• El cuarto paso era solucionar definitivamente el problema judío: se pensó inicialmente en su deportación fuera de Europa y después se optó por su asesinato masivo, fundamentalmente por dos medios: ejecución por unidades militares creadas a tal efecto (en la Unión Soviética ocupada, sobre todo) o ejecución en campos de exterminio también creados al efecto (en el caso de los restantes judíos europeos).

ANTISEMITISMO


El antisemitismo es un término que hace referencia al prejuicio o la hostilidad abierta hacia los judíos como grupo generalizado. Suele manifestarse en una combinación de prejuicios de tipo religiosos, raciales, culturales y étnicos. Aunque la etimología del término podría dar a entender que se trate de un prejuicio contra los pueblos semitas en general, el término se usa en forma exclusiva para referirse a la hostilidad contra los judíos.
En 1879, el periodista alemán Wilhelm Marr originó el termino antisemitismo, denotando el odio a los judíos, y a varias tendencias políticas liberales, cosmopolitas u internacionales corrientes en los siglos XVIII y XIX y frecuentemente asociadas con los judíos. Estas tendencias incluían la igualdad de derechos civiles, la democracia constitucional, libre cambio, socialismo, capi talismo financiero, y pacifismo. El odio a los judíos, sin embargo, precedió a la época moderna. Entre las más comunes manifestaciones de antisemitismo a través las épocas estuvieron los pogroms (ataques contra judíos por las poblaciones locales, frecuentemente animados por las autoridades). Pogroms eran a menudo incitados por rumores que los judíos usaban la sangre de los niños cristianos para propósitos rituales.
En la época moderna, el antisemitismo desarrolló una dimensión política. En el último tercio del siglo XIX, partidos políticos antisemitas se formaron en Alemania, Francia y Austria. Publicaciones como Protocolos de los Ancianos de Sión generaron o ayudaron teorías de una conspiración internacional judía. Un componente importante del antisemitismo político era el nacionalismo, cuyos adheridos a menudo denunciaban falsamente a judíos como ciudadanos desleales.
El antisemitismo puede manifestarse de muchas formas, desde formas de odio o discriminación individuales, ataques de grupos nucleados con dicho propósito, o incluso violencia policial o estatal.

El “movimiento voelkisch” xenófobo del siglo XIX -- compuesto de filósofos, eruditos, y artistas alemanes que veían el espíritu judío como ajeno a la cultura alemana -- formó la noción del judío como “no alemán”. Teóricos de antropología racial daban apoyo científico falso. El partido nazi, fundado en 1919 y guiado por Adolf Hitler, dio una expresión política a las teorías del racismo. En parte, el partido nazi ganó popularidad con la diseminación de propaganda anti-judía. Millones compraron el libro de Hitler, Mein Kampf (Mi lucha), que pidió la eliminación de los judíos de Alemania.
Con la subida al poder de los nazis en 1933, el partido ordenó boicots anti-judíos, organizó quemas de libros, y promulgó legislación anti-judía. En 1935, las Leyes de Nuremburg definieron los judíos por sangre y ordenaron la separación total de los “arios” y “no arios”. El 9 de noviembre de 1938, los nazis destrozaron sinagogas y las vidrieras de negocios de judíos por toda Alemania y Austria (Kristallnacht). Este evento marcó una transición a la época de destrucción, en la cual, dentro de la estructura de la Segunda Guerra Mundial, el genocidio sería el único foco del antisemitismo nazi.

RAICES

Es preciso saber que el racismo antijudío (el antisemitismo) es muy antiguo. Ni Hitler ni los alemanes lo inventaron. El odio contra los judíos tiene orígenes religiosos. Al comienzo solo era un asunto religioso. Los cristianos no admitían que los judíos rechazasen creer que Jesús era el "hijo de Dios", el Mesías. Cuando el cristianismo se convirtió en la religión mayoritaria de Europa, los judíos fueron perseguidos regularmente. Hubo periodos de calma en que se los toleró, y periodos de persecución como durante las Cruzadas, en la Edad Media. En 1.096, los judíos de Spira, Worms, Maguncia y Colonia, en Alemania, fueron masacrados a comienzos de la Cruzada. Otro ejemplo: El rey Felipe el Hermoso expulsó a los judíos de Francia en julio de 1.336, sin olvidar confiscar sus bienes.


Los judíos fueron acusados entonces de crímenes contra los cristianos: por ejemplo, se contaba que los judíos, el día de Pascua, debían raptar y sacrificar un bebé cristiano. Se decía también que los judíos envenenaban los pozos y, en caso de epidemia, se decía que era culpa suya. Se les ha atribuido un papel de "chivos expiatorios" o de "cabeza de turco": cuando algo marchaba mal, se acusaba a los judíos por ser diferentes del resto de la población.
Nacimiento del antisemitismo en el siglo XIX

Más tarde, en el siglo XIX, desde que los judíos fueron equiparados al resto de los ciudadanos (desde 1.791 en Francia), ciertos sectores católicos y de la derecha reprocharon a los judíos su excesiva fidelidad a la República. Varios periódicos antisemitas vieron la luz en esta época, en particular los publicados por Drumont.
¿De qué se acusaba a los judíos? De todo y de lo contrario al mismo tiempo
• Si eran pobres, eran parásitos, sucios, piojosos...
• si eran ricos, eran usureros que adoraban el dinero y arruinaban a los cristianos.


EL CASO DREYFUS Y EL ANTISEMITISMO EN FRANCIA

En Francia, a partir de 1.895 el célebre caso Dreyfus muestra la importancia del antisemitismo. Un capitán del ejército, Alfred Dreyfus, fue acusado de espionaje. Era judío: por lo tanto, debía ser culpable. El ejército rechazará durante años reconocer su inocencia, llegando hasta el punto de poner en libertad al auténtico culpable y de elaborar pruebas falsas contra Dreyfus. Los partidarios de Dreyfus sostuvieron una intensa lucha, consiguiendo que se le declarara inocente a comienzos del siglo XX. Los siguientes documentos reflejan este debate:


Sus detractores querían a toda costa que Dreyfus fuera declarado culpable, por ser judío. (Caricatura inglesa) Caricatura anti- Dreyfus, de V. Lenepven.
Dreyfus aparece representado como un monstruo.


Los partidarios de Dreyfus luchaban para que se reconociera su inocencia. Dreyfus en prisión

El nazismo retoma el antiguo antisemitismo y añade el "racismo biológico".

Hitler retomó el antiguo antisemitismo y le añadió oscuras teorías autodenominadas "científicas" que probaban la superioridad de la autotitulada "raza aria" (y con ella, de todos los alemanes) sobre la "raza judía". Para ello se apoyaba en las teorías, bastante confusas, enunciadas en particular por el francés Gobineau, en el siglo XIX. Hitler entró en contacto con el antisemitismo existente en Viena cuando era joven: Hitler, sin oficio, sin alojamiento, vagabundo, deberá en aquellos tiempos refugiarse en un asilo para transeúntes. Es en esta época cuando entrará en contacto con periódicos antisemitas. Todo su odio se proyectará desde entonces contra los judíos. En "Mein Kampf" ("Mi lucha"), Hitler compara continuamente a los judíos con "parásitos" de los que hay que desembarazarse. Afirma que hay una "sangre alemana" y una "sangre judía" (lo que científicamente es absurdo) y que es necesario purificar a Alemania del judaísmo.

El programa del Partido Nazi propugnaba retirar todos sus derechos a los judíos:

" Programa del Partido Nazi (1.920):

1. Exigimos la constitución de una nueva Alemania. [...]
4. Solo los ciudadanos pueden beneficiarse de los derechos cívicos. Para ser ciudadano, es necesario ser de sangre alemana, sin importar la religión. Ningún judío puede ser ciudadano.
5. Los no-ciudadanos no pueden vivir en Alemania sino como huéspedes y deben someterse a la legislación sobre extranjeros.
6. El derecho de dirigir el Estado y de hacer las leyes está reservado exclusivamente a las ciudadanos. Exigimos que la función pública no pueda ser ejercida por no-ciudadanos.
7. Exigimos que el Estado alemán se comprometa a procurar medios de subsistencia a todos los ciudadanos. Si el país no puede alimentar a toda su población, los no-ciudadanos deberán ser expulsados del Reich. [...]
23. Propugnamos la lucha contra la mentira política y contra su propagación por la prensa. Para favorecer la creación de una prensa alemana, exigimos:
a. que todos los directores y periodistas de los periódicos en lengua alemana sean ciudadanos alemanes;[...]
b. que sea prohibida por la ley toda participación financiera y toda influencia de los no-alemanes [...].
24. Exigimos la libertad en Alemania de todas las religiones, en la medida en que no pongan en peligro ni ofendan el sentimiento moral de la raza germánica. [..] El Partido combate el espíritu judeo-materialista. [...]
Munich, 24 de febrero de 1.920

El programa del Partido Nazi no dejaba lugar a dudas si se lee el artículo 4: Se retiraban sus derechos de ciudadanía a los judíos que vivían desde hacía siglos en Alemania. A partir de ahí, poco más se les podía quitar: la persecución podía comenzar.

VIVIAN MALONE JONES

Vivian Malone Jones, la primera mujer de raza negra que se matriculó en la Universidad de Alabama en 1963, en plena lucha por los derechos civiles y que consiguió graduarse dos años más tarde, pese a los múltiples episodios racistas a los que tuvo que enfrentarse, falleció el pasado jueves en Atlanta a los 63 años, víctima de un infarto. Su nombre saltó a los periódicos el 12 de junio de 1963 cuando ella y James Hood, otro estudiante de raza negra, llegaron a la puerta de
aquella universidad escoltados por la Guardia Nacional y se encontraron frente al gobernador de Alabama, George C. Wallace, quien en su discurso inaugural había hecho del segregacionismo su caballo de batalla. "Segregación ahora, mañana y para siempre", había proclamado Wallace. Durante su campaña había prometido bloquear físicamente la entrada de estudiantes negros en las escuelas y universidades públicas para blancos, que, tras una sentencia del Supremo, se veían obligadas desde 1956 a aceptar a estudiantes de todas las razas.
Sin embargo, lo que en aquel momento pareció una confrontación real, resultó ser, según se supo años más tarde, una escena orquestada entre el presidente John Fitzgerald Kennedy y la oficina del gobernador para evitar que la llegada de los estudiantes provocara derramamientos de sangre. Wallace prometió dejar clara su opinión, ser breve y se comprometió a dejarles entrar una vez que llegara la Guardia Nacional. Y así fue.
Sólo Vivian Malone Jones finalizó sus estudios de empresariales, convirtiéndose en 1965 en la primera mujer de raza negra que conseguía un título de estudios por la Universidad de Alabama en sus 134 años de historia. Hood, el joven que se matriculó junto a ella aquel histórico 12 de junio, abandonó la universidad dos meses más tarde, ya que las amenazas racistas eran constantes y sintió que estaba a punto de sufrir una crisis psicológica, según contó años más tarde. Algo similar le había ocurrido a Autherine Lucy, la primera mujer que había intentado estudiar en aquella universidad en 1956.



Vivian Juanita Malone Jones creció en Mobile, Alabama, y a los 12 años leyó en el periódico de su ciudad que el Tribunal Supremo había dictado una sentencia que ilegalizaba el segregacionismo en la educación pública.
El mismo día en que se matriculó en la Universidad de Alabama, el líder por los derechos civiles Medgar Evers moría tiroteado en Jackson, Misisipi. Sin embargo, su muerte, en lugar de asustar a Jones, le dió aun más fuerza para continuar. Pero el camino no fue fácil. Jones tenía que ir a clase escoltada por la policía, y cuando entraba en un aula, la mayoría de los estudiantes se iban. Cuando entraba en los bancos ocurría lo mismo.
La universidad contrató un chófer, Mack Jones, otro estudiante de otra universidad, que acabó convirtiéndose en el marido de Vivian. Estuvieron juntos hasta su muerte en 2004.
Ella, tras conseguir su título de empresariales, trabajó en el Departamento de Justicia en el área de derechos civiles, después, en la Agencia de Protección del Medio Ambiente y años más tarde se dedicó a vender seguros.
En 1996, el ex gobernador Wallace le entregó el Premio Lurleen B. Wallace al coraje, le pidió perdon por lo que había hecho 33 anos antes, le declaró su admiración y reconoció sus errores pasados.

KU KLUX KLAN


Ku Klux Klan (KKK) es el nombre que han adoptado varias organizaciones en los Estados Unidos, que han predicado la supremacía de la raza blanca, el antisemitismo, racismo, anticomunismo, xenofobia y el geocentrismo. Con frecuencia, estas organizaciones han recurrido al terrorismo, la violencia y actos intimidatorios como la quema de cruces, para oprimir a sus víctimas.
La primera encarnación del Klan fue fundada a finales de 1865 por veteranos del Ejército de los Estados Confederados de América que, después de la Guerra de Secesión, quisieron resistirse a la Reconstrucción. La organización adoptó rápidamente métodos violentos para conseguir sus fines. Sin embargo, hubo una reacción que en poco tiempo llevó a la organización al declive, pues las élites sureñas veían al Klan como un pretexto para que las tropas federales estuvieran activas en los Estados del Sur. El KKK fue formalmente disuelto en 1870 por el Presidente republicano Ulysses S. Grant, a través del Acta de derechos civiles de 1871 (conocida como "El Acta Ku-Klux Klan"),
En 1915 se fundó una nueva asociación que utilizaba el mismo nombre, inspirada por el poder que tenían los medios de comunicación de masas. La película El nacimiento de una nación, y el antisemitismo mostrado en las crónicas periodísticas del juicio y linchamiento del presunto asesino Leo Frank, contribuyeron a dicha inspiración. El segundo KKK fue una organización más formal, con membresía registrada y con una estructura estatal y nacional. El número de miembros llegó a ser de 4 a 5 millones. La popularidad del Klan comenzó a caer en la Gran depresión de 1929, y durante la Segunda Guerra Mundial, ya que algunos miembros destacados del Klan protagonizaron escándalos por apoyar a la Alemania nazi.
Desde entonces, varias agrupaciones diferentes han utilizado el nombre, incluyendo a las que se oponían al Acta de Derechos Civiles, y a la de segregación en las décadas de 1950 y 1960. Algunos miembros de estas organizaciones llegaron a ser condenados por diversos crímenes. Aunque docenas de organizaciones emplean hoy todo o parte del nombre en sus títulos, la membresía real se estima en unos cuantos miles. Estos grupos, con operaciones separadas en pequeñas unidades aisladas, son considerados grupos de odio extremo. El KKK moderno ha sido repudiado por los medios de comunicación de masas y líderes políticos y religiosos de Estados Unidos.

CREACION

El Ku Klux Klan original fue creado después de la Guerra de Secesión de Estados Unidos, el 24 de diciembre de 1865. Lo crearon seis veteranos Confederados de clase media y baja molestos con la situación en su pueblo, Pulaski, Tennessee, en los años de la postguerra. El nombre del Klan se compuso con la fusión del griego "kuklos" (círculo). El capitán Kennedy añadió klan (clan) en recuerdo de los grupos familiares ancestrales, ya que todos tenían ascendencia escocesa.
Los fundadores decidieron escribir clan con K, para darle más notoriedad a la organización. Les gustó el sonido rítmico de las palabras, y decidieron separar Kuklos en dos palabras, cambiando la «o» de Kuklos por «u», y la «s» final por una más impactante «x».
Inicialmente, se suponían una organización humorística democrática que se dedicaba a realizar charradas y rituales en las que las víctimas eran humilladas. El Ku Klux Klan fue concebido como un club social donde los jóvenes podían encontrar diversión y entretenimiento. Los miembros hacían excursiones nocturnas por el pueblo de Pulaski, disfrazados con sábanas y máscaras, fingiendo ser fantasmas que asustaban (o divertían) a la población. Al enfrentar el período de Reconstrucción de los Estados Unidos después de la guerra civil, el KKK endureció sus actividades, y se dedicó a oprimir a los carpetbaggers, a los scalawags, y a los recién liberados esclavos. El pasado conservador y de apoyo a la esclavitud del Partido Demócrata hizo que muchos de sus miembros buscaran pertenecer al KKK. También de manera informal, el Klan repudiaba al Partido Republicano.
El Klan se extendió rápidamente por otros estados sureños, desencadenando un "reino del terror" contra líderes republicanos de todas las procedencias raciales. El juego desembocó en asesinatos, incluyendo el del congresista de Arkansas James M. Hinds, el de tres miembros de la Legislatura de Carolina del Sur y los de varios hombres que habían trabajado en convenciones constitucionalistas.
De 1866 a 1867, el Klan irrumpió en las sesiones religiosas de la comunidad negra, e invadió los hogares de esta comunidad para robar armas de fuego, con el pretexto de desarmar a los negros veteranos de la guerra civil. Algunas de estas actividades imitaban las acciones de otros grupos de Tennessee como los Chaquetas Amarillas o los Gorras Rojas.
En 1867, en una reunión en Nashville, se trató de organizar a los dispersos grupos afines al Klan, dentro de una agrupación de capítulos locales que informaran a líderes de condado, los cuales informarían a los distritos, éstos a sus estados y a su vez éstos informarían a un cuartel general que agrupara a la nación entera. La propuesta fue redactada por el veterano general brigadier George Gordon. Esta propuesta estaba escrita en un lenguaje motivador que disertaba sobre las metas del KKK, e incluía una lista de preguntas que los aspirantes a pertenecer al Klan debían responder correctamente. Las preguntas se centraban en la resistencia a la Reconstrucción y al Partido Republicano. El candidato debía responder si era republicano, veterano del Ejército de la Unión o miembro de la Liga de la Unión, además de especificar si se oponía a la igualdad de los negros tanto social como políticamente, y si estaba a favor de un Gobierno de "hombres blancos" que "mantuviera los derechos constitucionales del Sur", la "emancipación de los hombres blancos del sur, la restitución de todos los derechos de los sureños", y "el derecho inalienable de la propia supervivencia ante el ejercicio arbitrario del poder".
A pesar del trabajo de preparación, la propuesta de Gordon no fue aceptada. Las unidades del Klan siguieron trabajando de manera independiente, sin que hubiera ninguna forma de jerarquía organizada a nivel nacional, estatal o condal. De acuerdo con un autor, Gordon acudió a Memphis a visitar al antiguo comerciante de esclavos y veterano general confederado Nathan Bedford Forrest, y le habló de la nueva organización. La respuesta de Forrest fue que era "...una excelente idea. Podemos usarla para poner a esos negros en su lugar" Forrest fue elegido líder nacional del Klan unas semanas más tarde. Sin embargo, en entrevistas posteriores Forrest siempre negó haber sido líder del KKK, y declaró que nunca tuvo control alguno sobre las células de la organización.

ACTIVIDADES

El Ku Klux Klan buscó el control político y social de los esclavos liberados. En particular, intentó socavar la educación, el avance económico, el derecho a portar armas y los derechos electorales de los negros. Sin embargo, el Klan no se limitó a actuar contra estas etnias, pues los republicanos del Sur también fueron blanco de sus tácticas intimidatorias. Frecuentemente, obtenían sus propósitos mediante la violencia. Por ejemplo, en las elecciones generales de Georgia, en abril de 1868, el condado de Columbia registró 1.222 votos para el candidato republicano a gobernador del estado Rufus Bullock. En las elecciones presidenciales de noviembre de ese año, en el mismo condado sólo hubo un voto a favor del candidato republicano Ulysses S. Grant.
Con frecuencia, el Klan intimidaba a maestros de escuela y empleados de la Oficina Federal de Refugiados, Liberados y Tierras Abandonadas (Freedmen's Bureau), así como a miembros negros de las Ligas de la Unión. De acuerdo con una investigación del Congreso hecha durante un episodio en Misisipi:
La señorita Allen, de Illinois, una de estas maestras, cuya escuela estaba en Cotton Gin Port (condado de Monroe, Misisipi), recibió una visita...entre la una y las dos de la noche en marzo de 1871, de cerca de cincuenta hombres montados y disfrazados. Cada uno vestía una larga túnica blanca, y llevaba cubierta la cara por una máscara suelta, con rayas escarlata. Se le ordenó a la maestra que subiera a vestirse, lo cual hizo enseguida. Luego recibió en su habitación a un capitán y un teniente, quienes además del disfraz de todos, llevaban un par de cuernos en la cabeza y un artefacto en la frente. El teniente tenía una pistola en la mano, y el capitán se sentó mientras ocho hombres entraron, llenando el vestíbulo. Trataron "caballerosa y tranquilamente" a la maestra, pero se quejaron del impuesto por las escuelas, diciendo que debía dejar la enseñanza de inmediato y partir para nunca volver. La avisaron, además, de que ellos nunca dan un segundo aviso. La maestra dejó el condado.

Tres miembros del Ku Klux Klan arrestados en Misisipi, en septiembre de 1871, por el intento de asesinato de una familia.

Los miembros del Klan aseguraron haber matado a más de ciento cincuenta negros en un solo condado de Florida, y cientos más en otros condados. Una proclamación hecha por Gordon en 1868 resume varios de los asuntos detrás de las violentas actividades del Klan:
• Muchos negros eran veteranos del Ejército de la Unión y, por lo tanto, estaban armados. Desde el principio, uno de los principales objetivos del Klan era confiscar las armas de fuego de los negros. En la proclama, Gordon afirmaba que se había disparado en tres ocasiones sobre el Klan, y que "si los negros nos quieren hacer la guerra, deben atenerse a las consecuencias".
• Gordon alegaba que el Klan era una organización pacífica. Este alegato era un común intento del Klan para evitar procesos legales. No obstante, un jurado federal determinó en 1868 que el KKK era una "organización terrorista". Cientos de procesos por violencia y terrorismo siguieron a esta determinación. Varios miembros del Klan fueron procesados, y muchos huyeron de las jurisdicciones que los perseguían, principalmente en Carolina del Sur.
• Gordon anunció que algunos habían llevado a cabo actos violentos en nombre del Klan. Había algo de cierto, puesto que algunas personas ajenas a la organización se disfrazaban de miembros del Klan para ocultar su identidad. Pero también era claro que a los altos mandos del KKK les convenía alejarse públicamente de estos actos, y la naturaleza secreta y descentralizada del Klan hacía que la membresía fuera un concepto borroso. El Klan fue de muchas formas una fuerza paramilitar que servía a los intereses del Partido Demócrata y aquellos que deseaban la restauración de la supremacía blanca.
La actividad del Klan comenzó a decaer a pocos años de su fundación y, como se muestra en la proclama de Gordon, la organización comenzó a ser usada simplemente como una forma de evadir la persecución de la justicia por actos de violencia. Muchos demócratas del sur empezaron a verlo como una carga, y como una excusa que el gobierno federal usaba para mantener su poder sobre el Sur.
En una entrevista con la prensa en 1868, Forrest se jactó de que el Klan era una organización de importancia nacional, con más de medio millón de miembros, y afirmó que, aunque él mismo no era miembro, simpatizaba y estaba dispuesto a cooperar con ellos, y dijo que tenía la posibilidad de convocar a cuarenta mil miembros en cinco días en caso de necesidad. Explicó también que él no veía a los negros como a enemigos, pero sí a las Ligas de la Unión, a los gobiernos republicanos, como el del estado de Tennessee, y a los carpetbaggers y scalawags. Algo había de cierto en estas declaraciones, ya que el mismo Klan había perseguido a estos colectivos, especialmente a los maestros de escuela llevados al Sur por la Oficina de Refugiados y Liberados (algunos de los cuales fueron abolicionistas antes de la Guerra Civil, o estuvieron activos en el Ferrocarril Subterráneo). Muchos sureños blancos pensaban, por ejemplo, que los negros votaban por el Partido Republicano simplemente porque habían sido influidos por las Ligas de la Unión. Los negros miembros de las Ligas eran los objetivos frecuentes del Klan. En un diario de Alabama, el editorial decía "La Liga no es otra cosa que el Ku Klux Klan de los negros".

FINAL DEL PRIMER KLAN

El primer Klan nunca estuvo bien organizado. Como grupo secreto, o "invisible", no tenía una membresía formal, ni obligaciones, boletines, portavoces, capítulos u oficiales de ningún tipo, ni local ni nacional. Obtuvieron popularidad gracias a su reputación, obtenida en gran parte mediante sus estrafalarios disfraces y sus prácticas teatrales. La historiadora Elaine Frantz Parsons dice:
Al desenmascarar al Klan, se reveló a una caótica multitud de grupos antinegros, granjeros pobres y resentidos, bandas guerrilleras, políticos demócratas desplazados, destiladores ilegales de whisky, jóvenes aburridos, sádicos, violadores, trabajadores blancos con miedo de la competencia negra, patrones tratando de aplicar una política laboral rígida, ladrones comunes, e inclusive algunos esclavos liberados y algunos republicanos blancos que tenían intenciones criminales particulares. Al final, todo lo que tenían en común, además de ser abrumadoramente blancos en su mayoría, sureños y demócratas; era que todos se llamaban a sí mismos miembros del Klan.
Como se mencionó anteriormente, la organización nacional de Forrest no tenía control sobre los Klanes locales. Forrest ordenó la disolución del Klan en 1869, con el argumento de que "había sido desviado de sus originales y patrióticos propósitos, convirtiéndose en un grupo injurioso y dañino para la paz pública". Por la falta de control de un organismo nacional, la declaración de Forrest era más bien un síntoma del declive que una causa del mismo. El historiador Stanley Horn escribe que "hablando de forma general, el final del Klan fue más una desintegración localizada paulatina que un desbando formal y decisivo". La prensa en Georgia publicó en enero de 1870 que "la realidad del asunto no es que el Ku Klux Klan sea una banda de criminales organizados, sino que todos los criminales se autodenominan miembros del Ku Klux".



El Gobernador de Carolina del Norte, William Woods Holden, intentó usar a la milicia del estado contra el Klan, y fue expulsado de su cargo.


Benjamin Franklin Butler redactó el Acta Ku Klux Klan.

Aunque se estaba usando cada vez más al Klan como una máscara para esconder crímenes no necesariamente políticos, las autoridades locales y estatales rara vez actuaron en su contra. En casos de linchamiento, los acusados blancos eran absueltos casi siempre, y en el raro caso de que el acusado fuera encontrado culpable, casi nunca era condenado. En muchos estados había temores de que los negros se organizaran en milicias que comenzaran una guerra racial. Cuando William Woods Holden, gobernador republicano de Carolina del Norte, llamó a ejercer acciones contra el Klan en 1870, lo único que consiguió fue ser arrasado en las elecciones siguientes.
A pesar del poder del Klan, había cierta resistencia a sus prácticas de terror. A veces, eran grupos organizados los que lo enfrentaban. Veteranos blancos del Ejército de la Unión organizaron el "anti Ku-Klux" en el condado de Blount, Alabama. A nivel nacional, existió un movimiento para oponerse al Klan, aunque la misma existencia del Klan era cuestionada por muchos demócratas, que llegaban a creer que el Klan era invento de los nerviosos gobernadores republicanos del sur. En enero de 1871, el senador republicano por Pennsylvania, John Scott, reunió un comité que recogió 52 testimonios de las atrocidades del Klan. Ya muchos estados del sur habían establecido legislaciones anti-Klan. Éstas fueron el modelo para que, en febrero, el congresista por Massachusetts y ex general de la Unión Benjamin Franklin Butler, redactara una ley nacional al respecto; que sería conocida como el Acta de Derechos Civiles de 1871, o el Acta Ku Klux Klan.
En 1871, el presidente Ulysses S. Grant firmó el Acta, según la cual las tropas federales debían ejercer la fuerza pública en lugar de las estatales, y los miembros del Klan debían ser procesados legalmente en una corte federal, en vez de las cortes locales y estatales. Bajo esta legislación, cientos de miembros del Klan fueron encarcelados o multados, y se supendió el habeas corpus en nueve condados de Carolina del Sur. A la postre, el Klan fue completamente destruido en ese estado, y diezmado en el resto del país, donde había iniciado ya su declive algunos años atrás.
Sin embargo, tuvieron que transcurrir muchos años para que todos los elementos del Klan fueran eliminados. El domingo de Pascua de 1873, ocurrió la masacre de Colfax, el evento más sangriento de violencia racial durante la Reconstrucción. La masacre comenzó cuando algunos ciudadanos negros se resistieron a la violencia del Klan y a sus aliados de la Liga Blanca en Colfax, Louisiana. Como resultado del enfrentamiento, doscientos ochenta hombres negros perdieron la vida.
En 1882, mucho después de la fundación del primer Klan, la Corte Suprema de los Estados Unidos determinó en el caso "Estados Unidos contra Harris" que el Acta Ku Klux Klan era anticonstitucional en parte, pues la decimocuarta enmienda de la Constitución no extendía el poder del congreso a conspiraciones privadas. Sin embargo, el Acta Ku Klux Klan ha sido invocada en jucios del orden civil posteriormente, incluyendo uno de 1964 en el que se juzgaba el asesinato de tres trabajadores por los derechos civiles; el asesinato de Viola Liuzzo en 1965. y el caso "Bray contra la Clínica Femenina de Alexandria" de 1991.

EL SEGUNDO KLAN

En las cuatro décadas y media que siguieron a la eliminación del Ku Klux Klan, las relaciones raciales en los Estados Unidos llegaron a su punto más bajo. La década de 1890 vio el mayor número de linchamientos por racismo que ha habido en ese país, según el Instituto Tuskegee.



Cartel de la película The Birth of a Nation.



Cita de Woodrow Wilson usada en la película de D. W. Griffith: Los hombres blancos fueron provocados por un mero instinto de supervivencia...hasta que finalmente surgió un gran Ku Klux Klan, un verdadero imperio del sur, para proteger al territorio sureño.

El segundo Ku Klux Klan se fundó en 1915, demostrando el recientemente descubierto poder de los medios masivos de comunicación. Ese año tuvieron lugar tres eventos íntimamente relacionados:
• Se estrenó la película The Birth of a Nation (El nacimiento de una nación), de D. W. Griffith, en la cual se glorifica y mitifica al primer Ku Klux Klan.
• Leo Frank, un judío acusado de violar y asesinar a una joven llamada Mary Phagan, fue linchado en medio de un gran frenesí mediático.
• Se fundó el segundo Ku Klux Klan, con nuevos objetivos antisemitas y antiinmigrantes. La mayoría de los fundadores pertenecían a una organización llamada "Los Caballeros de Mary Phagan".
La película El nacimiento de una nación glorificaba al primer Klan, que en ese entonces era ya una memoria lejana. La película se basa en el libro y obra de teatro The Clansman ("El hombre del Clan"), así como en el libro de Thomas Dixon The Leopard's Spots ("Las manchas del leopardo"). La película generó una locura nacional por el Klan. En una función de preestreno en Los Ángeles, se contrató a actores que se disfrazaron como miembros del Klan como parte de la promoción. En algunos casos, la audiencia entusiasmada disparaba sus armas hacia la pantalla.
La popularidad e influencia de la película aumentaron cuando el historiador y presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson avaló la exactitud de la misma. Gran parte de la iconografía del Klan, incluyendo los disfraces blancos y las cruces ardientes, procede de la película, la cual se inspiraba más en el romántico concepto que Thomas Dixon tenía de la vieja Escocia que en los auténticos símbolos usados por el primer Klan.
El nacimiento de una nación incluye numerosas citas de la obra de Wilson Historia del pueblo estadounidense. Al ver una proyección exclusiva en la Casa Blanca el 18 de febrero de 1915, Wilson exclamó "esto es como escribir la historia con un relámpago, y lamento que todo es terriblemente verdadero". La familia de Wilson fue simpatizante de la Confederación durante la guerra civil, y en una iglesia cuidaba de los soldados confederados que habían sido heridos. Cuando Wilson era joven, se había opuesto vigorosamente a la Reconstrucción, y, como presidente, revivió las políticas de segregación racial en el gobierno federal, por primera vez desde la reconstrucción. Dado el fuerte mensaje partisano que la película contenía, y la documentada perspectiva que Wilson poseía acerca del racismo y del Klan, es razonable interpretar sus comentarios como apoyo a la organización racista. La correspondencia que Wilson sostuvo posteriormente con el director Griffith confirma el entusiasmo del presidente por la película. Las opiniones de Wilson fueron publicadas e inmediatamente suscitaron controversia. El apoyo de Wilson hacia la película aumentó la popularidad de la misma, la cual fue un factor importante en la creación del segundo Klan.
El mismo año, el linchamiento del judío Leo Frank ocupó gran parte de la atención del público. Frank, gerente de una fábrica en Marietta, Georgia, fue acusado de crímenes sexuales y del asesinato de Mary Phagan, una niña de catorce años empleada en su fábrica. Frank fue condenado a muerte en un cuestionable juicio, donde se solicitó que ni el acusado ni su abogado defensor estuvieran presentes en el momento de anunciar el veredicto, ya que se temía que la turba que rodeaba el edificio de la corte actuara violentamente. Las apelaciones de Frank no prosperaron, pero el gobernador del estado cambió la sentencia de muerte por una de cadena perpetua. Sin embargo, la turba, autollamada Los Caballeros de Mary Phagan secuestró a Frank de la prisión donde se encontraba y lo linchó públicamente.
Muchos sureños consideraban que Frank era culpable, y para ellos había una fuerte resonancia entre el juicio y la película El nacimiento de una nación, ya que veían una analogía entre Mary Phagan y Flora, un personaje de la película. Flora era una joven virgen que se lanza de un acantilado para evitar ser violada por el personaje negro Gus, quien era descrito como un "renegado, producto de las viciosas doctrinas que los carpetbaggers esparcieron".
El juicio de Frank fue hábilmente utilizado por el político georgiano Thomas E. Watson, quien también era editor de la revista The Jeffersonian, y a la postre fue parte importante en la reorganización del Klan. El nuevo Klan fue oficialmente inaugurado en una reunión presidida por William J. Simmons, en presencia de algunos ancianos miembros del Klan original, además de miembros de los Caballeros de Mary Phagan.
Para el segundo Klan, Simmons se inspiró en la proclama original que George Gordon escribió en 1867, especificando como los propósitos del Klan:
• Primero: proteger al débil, al inocente y al indefenso de las indignidades y ofensas de parte de los violentos y brutales proscritos de la ley; rescatar al oprimido y al lastimado; socorrer al que sufre y al desafortunado, especialmente a las viudas y huérfanos de los soldados confederados.
• Segundo: proteger y defender a la Constitución de los Estados Unidos
• Tercero: ayudar y auxiliar en la ejecución de todas las leyes constitucionales, protegiendo a la gente de detenciones ilegales y de juicios que no sean por sus pares y de conformidad con las leyes del territorio.

ACTIVIDADES DEL SEGUNDO KLAN

El segundo Klan tenía nuevos propósitos antisemitas, anticatólicos y antiinmigrantes. Con esto, el Klan consiguió extender fácilmente su alcance, al reclutar miembros por todo el Medio Oeste, cuando anteriormente los estados del Sur eran los que más contribuían a engrosar sus filas. Los reclutadores hacían énfasis en señalar a los banqueros judíos, los negros o algún otro grupo social o étnico como los causantes de los problemas del ciudadano común. La diferencia entre el primer KKK y el segundo, radica en que, mientras el primero podía caracterizarse como sureño y del partido Demócrata, el segundo Klan era predominantemente Republicano, y su influencia se extendía por todos los Estados Unidos.

En las décadas de 1920 y 1930, una facción del Klan llamada la Legión Negra tenía una gran actividad en el medio oeste de los Estados Unidos. La Legión Negra usaba uniformes negros, en vez de las túnicas blancas características. Esta Legión fue la facción más violenta del Klan, y adquirió notoriedad por asesinar socialistas y comunistas.
Adicionalmente, algunos grupos del KKK tomaron parte en linchamientos, llegando a asesinar a soldados negros que volvían de la Segunda Guerra Mundial, estando aún usando sus uniformes militares.[ El Klan les advirtió a los negros que debían respetar los derechos de la raza blanca "en cuyo país se les permite vivir".

FINAL DEL SEGUNDO KLAN

El colapso del segundo Klan se debió parcialmente a la reacción en su contra, y en parte gracias al escándalo alrededor de David Stephenson (entonces miembro del Partido Republicano, después de haber sido miembro del Partido Socialista y del Partido Demócrata), miembro del Ku Klux Klan que fue condenado por la violación y el asesinato de Madge Oberholtzer, tras un juicio que fue sensación nacional.
De acuerdo al historiador Leonard Moore, tanto los escándalos como las reacciones contra el Klan progresaron gracias a que había fallas críticas de liderazgo en el Klan, lo cual provocó el colapso de la organización:
Stephenson y los otros vendedores y aspirantes políticos que maniobraban por el control del imperio invisible de Indiana, carecían de la habilidad y el deseo de utilizar al sistema político para llevar a cabo los propósitos manifiestos del Klan. Ellos tenían poco interés, o tal vez no conocían las preocupaciones más fundamentales del movimiento. Para ellos, el Klan no era sino un medio para que ganaran riqueza y poder a nivel personal. Ellos habían llegado a la cima del poder en la encapuchada organización ya que el Klan no había necesitado un liderazgo fuerte y dedicado, hasta que se convirtió en fuerza política. Los políticos más experimentados que respaldaban al Klan, no ayudaron mucho. Las divisiones internas eran una barrera para algunos, y en otros casos su apoyo era pragmático y no por convicción. Cuando las acusaciones de crímenes y corrupción mancharon al Klan, aquellos que se preocupaban por su futuro político tenían menos motivos para actuar en nombre del Klan.
Como resultado de los escándalos, el Klan cayó de la gracia del público, y en la década de 1930 se retiró de la actividad política. El líder nacional Hiram Evans, vendió la organización en 1939 al veterinario de Indiana James Colescott y a un médico de Atlanta, Samuel Green, quienes fueron incapaces de frenar el éxodo de los miembros del Klan. La imagen de la organización recibió otro golpe cuando se descubrieron las simpatías que Colescott tenía por organizaciones pronazis; la involucración del Klan en los disturbios raciales de Detroit en 1943; y esfuerzos por sabotear la intervención estadounidense en la guerra mundial. En 1944, el Klan recibió una citación para pagar $685,000 por concepto de impuestos vencidos, y Colescott se vio forzado a disolver la organización en ese mismo año.

LOS SIGUIENTES KU KLUX KLANES

Después de la disolución del segundo Ku Klux Klan, diversos grupos independientes comenzaron a utilizar el nombre. Al paso del tiempo, la membresía estimada del Klan cambió como sigue (los años de la tabla representan periodos aproximados):

Año N° de miembros
1920 4.000.000
1930 30.000
1970 2.000
2000 3.000
En la década de 1950, muchos de los Klanes individuales se resistieron al Movimiento por los Derechos Civiles, a través de actos de violencia e intimidación. Entre los sucesos más notorios están:
• El asesinato del organizador de la NAACP, Medgar Evers en Misisipi. En 1994, un antiguo miembro del Klan llamado Byron De La Beckwith fue condenado por el asesinato de Evers.
• La muerte del líder de la NAACP, Vernon Dahmer, en 1966, también en Misisipi. El ex miembro del Klan Sam Bowers, fue condenado en 1998 por este asesinato. Junto con Bowers, se condenó a otros dos miembros del Klan.
• La explosión en la iglesia de la calle 16 en Alabama, que mató a cuatro niños en 1963. Aunque cuatro miembros del Klan estaban entre los sospechosos desde el inicio, no fueron procesados sino hasta años después. Entre ellos, Robert Chambliss fue condenado en 1977, Thomas Blanton y Bobby Frank Cherry fueron condenados por asesinato en 2001 y 2002, respectivamente.
• El asesinato de Willie Edwards Jr. en 1957. Los miembros del Klan obligaron a Edwards a saltar desde un puente sobre el río Alabama.
• Los asesinatos de 1964 de trabajadores de los derechos civiles Chaney, Goodman, y Schwerner en Misisipi. En junio de 2005, 41 años después, el miembro del Klan Edgar Ray Killen fue condenado por estos asesinatos[
• El asesinato de Viola Liuzzo en 1965. Liuzzo era una mujer sureña, activista por los derechos civiles, que vivía en Detroit. Ella y su esposo Anthony Liuzzo fue al sur para participar en una marcha por los derechos civiles, cuando fue asesinada al transportar a varios marchistas.
Estos crímenes fueron parte de los que cometió el Klan en esa época. Muchos quedaron sin siquiera ser reportados. Por ejemplo, Harry T. Moore, director estatal de la NAACP, falleció en 1951 junto con su esposa al explotar su casa. El FBI encontró varios sospechosos, pero ninguno de ellos fue procesado. Cuarenta años después, un ex soldado y miembro del Ku Klux Klan comunicó a la NAACP que él y otros miembros del Klan habían conspirado junto con la policía para llevar a cabo el asesinato, y de acuerdo con un acta posterior del Concejo Regional del Sur, en Atlanta:
...las casas de cuarenta familias negras fueron dinamitadas entre 1951 y 1952. Algunos como Moore, eran activistas sociales expuestos al peligro del terror, pero la mayoría eran gente que se rehusaba a seguir las convenciones raciales de la sociedad; o inocentes transeúntes víctimas del terrorismo blanco
A pesar de la extrema violencia de los distintos Klanes, en la época de la posguerra hubo una reacción exitosa contra el KKK. En 1958, el Klan quemó unas cruces frente a los hogares de dos indios Lumbee en Carolina del Norte. Cuando el Klan comenzó su manifestación, de pronto se vio rodeado y perseguido por cientos de personas armadas.

En 1964, el Programa de Contrainteligencia del FBI (COINTELPRO) comenzó a infiltrarse en el Ku Klux Klan para desmembrarlo. La posición de COINTELPRO en el movimiento por los derechos civiles era curiosamente ambigua, pues utilizaba sus tácticas de infiltración, desinformación y violencia por igual contra grupos de extrema izquierda y extrema derecha; pero también contra organizaciones pacíficas como la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, de Martin Luther King. En el caso del asesinato de Liuzzo, esta ambivalencia fue evidente de forma dramática. Uno de los asesinos de Liuzzo era un informate del FBI. Después del asesinato, el FBI comenzó a esparcir rumores falsos, donde se decía que ella era comunista y había abandonado a sus hijos, para entregarse sexualmente a los trabajadores por los derechos civiles. A pesar de estas ambivalencias, en 1982 se informó que los esfuerzos del FBI finalmente habían desintegrado al Klan. El reportero, Jerry Thompson, se había infiltrado al KKK en 1979. Durante la debacle, los líderes del Klan se acusaban mutuamente de ser espías del FBI, y a la postre se supo que Bill Wilkinson, uno de ellos, había efectivamente trabajado para el FBI.
Cuando terminó la lucha por el derecho al voto de los afroamericanos, lucha que había durado un siglo, los Klanes enfocaron sus baterías hacia otros movimientos, incluyendo Acción afirmativa, la inmigración a los Estados Unidos, y especialmente la desegregación racial en los autobuses escolares, que había sido ordenada por los tribunales. En 1971, miembros del Klan hicieron explotar diez autobuses escolares en Pontiac, Míchigan. Uno de los líderes más carismáticos del KKK, David Duke, participó en la crisis de los autobuses de Boston de 1974. Duke fue líder de los Caballeros del Ku Klux Klan de 1974 a 1978. En 1980, Duke creó la NAAWP (Asociación Nacional para el Avance del Pueblo Blanco), una organización política nacionalista.
Durante este periodo, la resistencia al Klan se volvió más común. Thompson informó que durante su corta estancia como infiltrado en el KKK, recibió disparos en su camioneta, los niños le gritaban, y participó en una manifestación del Klan que degeneró en caos cuando unos soldados negros se aproximaron a disolverla. Los intentos de organizar marchas a favor del Klan, frecuentemente se encontraban con contraprotestas, y a veces con violentas confrontaciones.
El Ku Klux Klan evidenció ser vulnerable a las demandas legales. El linchamiento de Michael Donald en 1981, llevó a un pleito legal que condujo a la quiebra a United Klans of America. Según el relato de Thompson, muchos grupos del KKK estaban profundamente preocupados por las multimillonarias demandas que estaban recibiendo algunos de sus miembros.

EL KU KLUX KLAN ACTUAL

El Ku Klux Klan aún existe, en forma de aislados grupos de simpatizantes, que probablemente no pasan de unos cuantos miles. En 2002, en un reporte del "Extremismo en Estados Unidos", la Liga Antidifamación escribió: "...hoy no hay tal Ku Klux Klan. La fragmentación, la descentralización y el declive han seguido ininterrumpidamente". Sin embargo, también puntualizan que "la necesidad de justificarse aún persiste en los descontentos, y es improbable que desaparezca, independientemente de cuán bajo llegue la suerte del Klan".
Algunas de las mayores organizaciones del KKK son:
• Iglesia de los Caballeros Estadounidenses del Ku Klux Klan (Church of the American Knights of the KKK, o "KKKK")
• Klans Imperiales de Estados Unidos (Imperial Klans of America)
• Caballeros de la Kamelia Blanca (Knights of the White Kamelia)
• Caballeros del Ku Klux Klan. Están encabezados por el Pastor Director Nacional, y tienen su sede en Zinc, Arkansas. Dicen que son la mayor organización del KKK actualmente, y se autodenominan "el Klan de la sexta era".
Hay otras organizaciones de menor tamaño que continúan usando el nombre del Ku Klux Klan, en todo el país.
En 2005, se calculaba que había unos tres mil miembros del Klan, divididos en 158 capítulos, surgidos de varias organizaciones independientes. Casi dos tercios de ellas se encuentran en los estados que alguna vez fueron Confederados. El otro tercio, se encuentra mayoritariamente en el Medio Oeste de los Estados Unidos.
La ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) ha otorgado apoyo legal a varias facciones del KKK, en defensa de sus derechos de manifestaciones, desfiles y marchas, otorgados por la Primera Enmienda de la Constitución; así como de su derecho a proponer candidatos a puestos públicos. En julio de 2005, la casa de un hombre hispano fue quemada tras acusaciones de violencia sexual contra una niña blanca de nueve años. Después del incidente, miembros del Klan aparecieron con sus túnicas blancas, repartiendo panfletos. El Klan organizó una marcha antiinmigrantes en Russellville, Alabama, en mayo de 2006.

VOCABULARIO

El Ku Klux Klan, como muchas otras organizaciones secretas, tiene señales que los miembros utilizan para reconocerse unos a otros. Es posible que un miembro del Klan diga "AYAK" (significando Are you a Klansman?, o "¿Eres un miembro del Klan?", en español) en alguna conversación, intentando identificar a algún colega sin levantar sospechas. La respuesta afirmativa sería el vocablo "AKIA" (A Klansman I am, o "soy miembro del Klan", en español).
A lo largo de su historia, el Klan ha acuñado varias palabras que comienzan todas con "KL", incluyendo, entre otras:
• Klabee: tesoreros
• Kleagle: reclutador
• Klecktoken: cuota de iniciación
• Kligrapp: secretario
• Klonvocation: reunión
• Kloran: libro de rituales
• Kloreroe: delegado
• Kludd: capellán
Los términos anteriores fueron utilizados a partir de 1915. El KKK de la época de la Reconstrucción utilizó varios términos, entre los que se reconocen los títulos "Wizard" (mago), para el líder del Klan, y "Night Hawk" (halcón nocturno) para quien estaba a cargo de la seguridad.

EL KU KLUX KLAN EN INTERNET

Los racistas del Ku Klux Klan han cambiado de objetivo en sus ataques. Ahora fomentan, desde Internet, actos de racismo contra los hispanos a los que acusan de invadir los EEUU y de todos los males que azotan a la sociedad estadounidense..
Los videos racistas contra los inmigrantes latinos en Estados Unidos han llegado a los principales sitios de Internet, como el popular YouTube, y amenazan en convertirse en una plaga, dada la capacidad de este tipo de grupos para expandir su mensaje y promocionarlo rápidamente.
Internet se ha convertido en el perfecto aliado para estos grupos contrarios a la inmigración, que han encontrado en el anonimato que ofrece la red y en la facilidad con que se puede colocar un video en cualquier página electrónica la mejor propaganda para defender sus ideas.
Centenares de creaciones que denuncian “la invasión que sufre Estados Unidos” o “la reconquista que han iniciado los mexicanos de sus antiguos territorios en suelo estadounidense” se pueden encontrar con total facilidad en la red.
En todos los vídeos que podemos encontrar en este tipo de sitios, los hispanos se les muestra como culpables de todos los males que sufre el país demandando acciones gubernamentales más enérgicas en la frontera con México para evitar que los indocumentados lleven a cabo “una invasión en toda regla”.

‘Jezuzfree’
Muchos de estos vídeos son monólogos de individuos que denuncian, como en el caso de alguien que se hace llamar ‘Jezuzfree’, que ha recibido casi 1,800 visitas, que “si no se contratara a inmigrantes, los sueldos de los estadounidenses subirían”.
Jezuzfree, que se define en la grabación como “patriota y un verdadero americano”, también acusa a los países de los que proceden esos inmigrantes de “no acabar con su corrupción y no alimentar ni dar un hogar a los refugiados que mandan aquí”.
Otros vídeos muestran las tareas de las fuerzas policiales en el sur del país -donde aseguran que se vive “la guerra de la frontera“-, imágenes de las manifestaciones de trabajadores hispanos que proliferaron en 2006 en la mayoría de ciudades estadounidenses y otras de las protestas de algunos grupos contra la inmigración.
En ese mismo sentido hay varios videos que llegan a hablar de “invasión comunista de Estados Unidos desde México”, de “la guerra de los inmigrantes contra Estados Unidos“, y que exhortan a los ciudadanos a actuar, como dan fe las piezas colocadas por alguien que dice llamarse Sov777 desde Tucson, en el estado de Arizona.
“Están aquí y creen que esta tierra es suya. Si no nos levantamos por lo que nos pertenece, por lo que nuestros antepasados pagaron con sangre, nos lo quitarán”, asegura Sov777, que habla de los manifestantes contra los inmigrantes como “héroes nacionales”.

Los vinculan con Al Qaeda
Otras creaciones también destacan los que conectan a algunos grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes con la organización terrorista Al-Qaeda.
En la grabación denominada ‘The Aztec Al-Qaeda’ (La Al-Qaeda azteca), de la organización ‘The watchdog’ y vista en más de 13.000 ocasiones, se relaciona a la organización Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlán (MECHA), con base en Denver (Colorado), con Al-Qaeda.
‘The watchdog’ denuncia que MECHA, creada en 1969 para luchar por las demandas de las organizaciones estudiantiles chicanas, “odia a Estados Unidos y a todo lo estadounidense” y que el actual alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, perteneció a esa “organización anti-americana y de corte separatista”.
La existencia de estos videos en Estados Unidos cobra especial relevancia en un año en que se ha detectado el resurgimiento de grupos racistas como el Ku Klux Klan, que, según un informe de la Liga Anti Difamación, reanudó su actividad centrando sus ataques en la comunidad hispana y aprovechándose de Internet como medio para difundir sus mensajes racistas y antidemocráticos.

¿Porqué Internet?
Que los racistas del KKK y otros grupos afines aprovechen Internet no es ninguna novedad. En Europa, grupos fascistas y ultraconservadores de todo corte (desde la extrema derecha católica a grupos ligados con el llamado neoliberalismo) han sido pioneros en el uso de Internet para propagar sus mensajes antidemócraticos.
Vídeos “sarcásticos y divertidos” sobre dirigentes socialistas, inmigrantes… son distribuidos a través de foros y redes sociales con una fuerte carga de contenidos contrarios a la solidaridad, la democracia y los derechos de los grupos minoritarios.
Se aprovechan, fundamentalmente, de los jóvenes y adolescentes que encuentran graciosos este tipo de v ideos para ir manipulando a una generación que cada vez lee menos periódicos y libros, ve menos TV y apenas sintoniza en la radio emisoras que no sean musicales. Para esta generación, Internet es su puerta al mundo y los grupos derechistas han sabido “crear” un mensaje manipulador que gracias al uso de la multimedia, animaciones flash y mensajes populistas seduce fácilmente.